domingo, 24 de agosto de 2008

La Reconceptualización Hoy




Por:
Alfredo Juan Manuel Carballeda * (Datos sobre el autor)
Agosto 1995
1-
La década de los sesenta puede ser caracterizada como una de las épocas de mayor
desarrollo de discursos contestatarios y construcción de alternativas, tanto dentro de
lo político como desde lo económico, lo social o lo cultural.
El Tercer Mundo, en aquellos años, aparecía dentro de la escena política
mundial y generaba nuevos interrogantes y necesidad de formas de
conocimiento a las llamadas ciencias sociales. Los acontecimientos
posteriores a la 2da. Guerra Mundial y la generación de un nuevo orden,
signado por la puja de dos potencias o bloques políticos, marcaban nuevas
cuestiones y en el caso del Tercer Mundo, se vitalizaban los movimientos
de Liberación Nacional.
Ese Tercer Mundo, en especial en Europa y Los E.E.U.U. era entendido como
un "fenómeno" nuevo, que era necesario comprender y dilucidar. Uno de los
libros mas importantes de la década ; "Los condenados de la tierra", cuyo
autor, un médico psiquiatra argelino, no solo brillaba en lo intelectual
sino también por haber participado activamente en el proceso
revolucionario de su país en la lucha por la independizarse de Francia.
El prefacio de ese texto desde su primera edición está escrito por Jean
Paul Sartre; en un párrafo de éste, escribe; "...Nos servirá la lectura
de Fanon; esa violencia irreprimible , lo demuestra plenamente, no es una
absurda tempestad ni la resurrección de instintos salvajes ni siquiera el
efecto del resentimiento: es el hombre mismo reintegrándose"...
Esa idea de Hombre, que había construido la modernidad y si se quiere el
propio Humanismo, parecía que se expresaba en este "nuevo lugar", para
los europeos y en especial quedaba signado por las luchas de liberación.
La década de los sesenta implicó nuevos desafíos para las prácticas del
campo de lo social o de las humanidades, ya que en todas las disciplinas
pueden observarse cambios relevantes , en la búsqueda de nuevas
explicaciones y formas de intervención. Uno de los caminos mas claros que
se presentaban era el de la politización de los análisis y de las
lecturas que pudieran realizarse. Todo este proceso atravesaba a la
sociedad, y repercutía en las ciencias sociales como parte integrante de
éstas.
Sobre el final de la década en la Argentina se gesta dentro del Trabajo
Social un movimiento que se denominó de Reconceptualización. Esta
aparición es consecuente con diversos movimientos similares que abarcan a
casi todas las disciplinas de las llamadas "Humanidades".
Estos se caracterizaban por la integración del análisis políticoideológico
de la situación el momento a los marcos conceptuales,
proponiéndose no sólo una descripción de éstos sino también una marcada
intervención sobre los mismos. En otras palabras, de la misma manera que
se politizaba la vida cotidiana y la sociedad, se trataba de que las
diferentes prácticas se integraran activamente en este proceso.
En este aspecto y en especial dentro del Movimiento de
Reconceptualización, se hacía principal hincapié en la realidad de la
Argentina dentro de su inserción en América Latina , en su condición de
país dependiente y en las características socioeconómicas y políticas
donde se insertaba la crisis.
Generalmente se plantea que la Reconceptualización es un movimiento con
características definidas:
a. La vinculación específica con la realidad latinoamericana
b. El incremento de la práctica política o politizada
c. El desarrollo de un proceso crítico en los ámbitos académicos. Estas cuestiones, se
apoyaban en la necesidad de estudiar y actuar sobre la realidad latinoamericana
desde la cuestión de la colonización, que se expresaba en la dependencia y en la
conformación estructural de la crisis.
Estas situaciones hicieron que el Trabajo Social atravesara por una fuerte revitalización. Ya
no se trataba de buscar paliativos para superar situaciones de "carencia" o formas de acción
que apuntaran al "desarrollo", la idea era generar prácticas que lograran transformar esas
realidades. Todo este juego, implicó una fuerte revisión metodológica , teórica y de sentidos
en cuanto a la disciplina.
La Reconceptualización, por tener características de movimiento, contenía
a distintas vertientes que iban desde un marcado cientificismo hasta la
transformación rotunda del eje de las prácticas. Pero, más allá de las
diferentes corrientes que la Reconceptualización tuvo, el atravesamiento
fundamental del movimiento, fue la generación de nuevas prácticas y
metodologías de intervención, que buscaban en general lograr un proceso
de concientización en los grupos y comunidades donde se intervenía. Para
tal fin, se planteaba como necesario, reformular la práctica del Trabajo
Social, en especial adaptándola a la realidad de un país dependiente.
2-
Todo este proceso se va gestando, en una sociedad con realidades
singulares, que atravesaban fuertemente la vida cotidiana e impactaban en
diferentes esferas. La década de los sesenta, implicó desde muchos
aspectos, una época de grandes cambios.
Luego del golpe de estado que derrocó al Peronismo en 1955, el país
inició un período de crisis socioeconómicas diversas, que abarcaron a la
esfera político institucional y que se fueron acrecentando a través del
tiempo.
La sucesión de golpes de estado y la aparición de gobiernos elegidos con
el voto, pero con el partido mayoritario proscrito, hizo que la crisis
institucional se acrecentara durante toda la década. El fracaso de la
estrategia desarrollista, y la falta de una política socioeconómica
relacionada con los intereses de la Nación, generó un marcado crecimiento
de los desequilibrios regionales, acrecentándose el empobrecimiento año
tras año. Este proceso trajo, entre otras cosas una fuerte migración
interna, desde las regiones mas empobrecidas hacia los grandes centros
urbanos.
La resistencia desde lo político, lo gremial y los movimientos
estudiantiles a toda esta situación fue ganando espacio en la medida en
que transcurrían los años. Paros, movilizaciones, lucha armada, fueron
conformando movimientos, agrupaciones y diferentes formas de organización
que lograron generar en el transcurrir del tiempo , hechos políticos cada
vez más importantes como el Cordobazo en 1969.
Por otra parte y asociado a lo que ocurría en el mundo, aparecía una
franja nueva en la sociedad, y esta cobraba cada vez mayor protagonismo:
los jóvenes. Estos, ya venían participando activamente en los movimientos
de resistencia de la década de los sesenta y tuvieron un papel clave en
los distintos cambios que la sociedad Argentina venía atravesando.
El llamado "fenómeno juvenil" era un tema nuevo a nivel mundial y se
asociaba básicamente con las características generadas en el mundo luego
de la 2da. Guerra.
Nuevas corrientes culturales aparecían en la escena del país. Una de
estas, poco tiempo después adquiriría características de movimiento
social: el Rock Nacional, surgía a fines de la década.
Los medios de comunicación masiva hacían su entrada en la cotidianeidad y
gracias a la televisión comenzaban a unificarse hábitos y costumbres en
todo el país. A su vez, esos años también se caracterizaban por un
renacer de la búsqueda de la identidad nacional... "Es necesario, pues
analizar metodológicamente el concepto de "Ser Nacional" para establecer
si contiene elementos concretos , si se ajusta a alguna realidad o es una
ficción mental"...
Existía a su vez, una profunda indagación histórica, orientada a
encontrar en el pasado explicaciones y alternativas a la crisis y el
momento político que se estaba viviendo.
Numerosos ensayos, monografías, textos, publicaciones intentaban analizar
lo que ocurría en el país, haciéndose centro en éste y en su ubicación
dentro del contexto del 3er. mundo. La obras de Arturo Jauretche, José
María Rosa, Juan J. Hernandez Arregui , Rodolfo Puigrós, etc. eran
estudiadas con cada vez mayor frecuencia e ingresaban lentamente y, no
sin conflicto en los ámbitos universitarios. Esa, si se quiere
revitalización se observaba también en el rescate y búsqueda de las
expresiones culturales del interior del país y de una nueva lectura de
las culturas aborígenes, relacionada también con las nuevas corrientes en
las llamadas ciencias sociales.
En la literatura, los autores encuadrados dentro de la denominada
"narrativa latinoamericana" eran cada vez mas leídos: Julio Cortazar,
Mario Benedetti, Gabriel García Márquez, Roa Bastos eran los autores de
mayor éxito en ese momento, tenían un común denominador; su apoyo a la
causa de la Liberación de América Latina y la búsqueda de un lenguaje
singularizado en el Continente que pudiera hablar a todo el mundo.
El rock, de creación reciente, también adaptó sus letras y expresiones a
la realidad poniendo énfasis en la vida cotidiana, a la descripción de la
crisis y, en especial, a la valoración de la libertad y a la discusión de
valores tradicionales que el propio transcurrir de la época iba
desvaneciendo.
Por otra parte, el Cine Nacional tomaba un fuerte carácter testimonial,
proponiendo lecturas críticas de la realidad, descripciones de los
cambios en la vida cotidiana y una idea de denuncia que buscaba convocar
a la lucha por la liberación nacional.
El Grupo Cine Liberación, conformado por realizadores como Gerardo
Vallejos, Octavio Getino o Fernando Solanas, recorría el país, filmando
realidades, recogiendo testimonios. El país, hasta hacía poco "oculto",
relegado, empobrecido, víctima de la injusticia social, también aparecía
en las imágenes cinematográficas.
A pesar de trabajar prácticamente en la clandestinidad, sin apoyos
económicos importantes y con expresas prohibiciones por parte de los
gobiernos militares en cuanto a la exhibición de las películas, éstas se
proyectaban clandestinamente en sindicatos, parroquias, asociaciones
vecinales, etc., siendo de esa forma cada vez más conocidas y comentadas
por la población.
Ese cine, como la literatura, el rock, o las nuevas expresiones
folclóricas, buscaba concienciar para lograr las transformaciones
necesarias.
A su vez, parte de la Iglesia argentina, se suma a las propuestas de
Puebla y Medellín a través de la denominada “opción por los pobres”,
conformándose el Movimiento de Sacerdotes para el 3er. Mundo, este crecía
en toda América. De esta manera, parte de la iglesia se sumó al
desarrollo de actividades barriales y de organización popular que ponían
el; acento en la necesidad de un cambio social, que llevara a una
sociedad mas justa .
3-
Paralelamente, a través de los medios de comunicación y a partir del
desarrollo de nuevas estrategias comerciales, se incorporan en la vida
cotidiana nuevas modalidades de consumo; los supermercados; los envases
plásticos, mas y nuevos electrodomésticos y cierta informalidad en la
ropa que se usaba. Estos nuevos elementos, que en principio, solo eran
aprovechados por las clases medias y los sectores de mayores ingresos,
fueron impactando en toda la sociedad a través de los medios de
comunicación, comenzando a tener un fuerte carácter simbólico.
Estos nuevos elementos conllevan a una nueva articulación entre lo
simbólico y lo económico, generándose procesos que serán estudiados años
mas tarde en cuanto a su impacto en la cotidianeidad. Los objetos de
consumo, comenzaban a tener un carácter simbólico que, a las ciencias
sociales, les costó bastante tiempo reconocer.
La sociedad Argentina estaba cambiando, así como las pautas de consumo se
transformaron, otras cuestiones también cobraron nuevos sentidos. Es así
que por ejemplo, la familia como estructura nuclear básica relacionada
con el ideal de la modernidad, donde los roles estaban rígidamente
establecidos, comenzaba a su vez a transformarse, nuevos lugares para los
jóvenes o para el papel de la mujer comenzaban a ocuparse dentro de esa
figura.
Los nuevos tiempos, traían también nuevos ideales no solo en cuanto a
transformación global sino en términos mucho más pequeños o
microsociales. La década de los sesenta, era una época de sentidos, desde
lo cotidiano hasta lo macrosocial, los sentidos atravesaban la vida de
las personas. Linealidades, relacionadas en definitiva con un lugar nuevo
y común, con la idea de que el futuro seguía siendo promisorio y que
dependía de la voluntad y la conciencia la posibilidad de asegurarlo.
4-
Si ubicamos al Movimiento de Reconceptualización a fines de la década de
los sesenta, e inmerso dentro de ese contexto, es evidente que la
conformación del mismo estuvo signada por estos acontecimientos. Es
decir, se conforma en una época conformada por grandes convulsiones
sociales y políticas y con un alto nivel de participación, donde existía
en los actores sociales un importante compromiso y protagonismo.
Este punto marca una cuestión significativa; la politización de las
prácticas. Durante esos años , todo era ubicado y entendido dentro de la
política, las prácticas del campo de lo social, y la salud, por dar un
ejemplo, asumieron su lugar dentro de ese juego.
En parte, la politización de las prácticas implicaba asumir la existencia
de una relación dominador-dominado y situaciones de colonización
existentes dentro de grupos o conglomerados sociales. Ese otro, que
significaba el 3er mundo dentro de la esfera política a nivel mundial ,
debía ser entendido, decodificado, no solo porque era necesario darle a
éste un nuevo papel; es decir descolonizarlo, sino , porque este otro es
visualizado; de alguna manera, como alguien que era entendido como
portador de la verdad.
Por otro lado, las migraciones internas recientes habían generado nuevos
grandes asentamientos urbanos; las "villas miseria", donde el Trabajo
Social reconceptualizado y el resto de las prácticas politizadas
priorizaban sus ámbitos de intervención.
Las "villas", existían desde antes, pero la magnitud de las migraciones,
el impacto de la crisis, las nuevas lecturas y en especial la
participación política de sus pobladores, mostraban un nuevo espacio. La
crisis había creado un nuevo escenario, un nuevo lugar donde era
"necesario" actuar, ahora desde una lectura diferente.
Por otra parte, esa situación también impactaba en las instituciones;
Hospital; Minoridad; Escuela; donde el Trabajo Social trató de
resignificar también su espacio de trabajo, incorporando nuevas técnicas
y una diferenciada aproximación a las problemáticas que en estos ámbitos
se presentaban. Otras disciplinas, como la Medicina o la Psicología,
también optaron por actuar en esos nuevos escenarios. El trabajo
comunitario y una lectura crítica de las instituciones fueron parte de
los cambios que se observaban en la esfera de las prácticas.
Es justamente en esos espacios donde se dieron encuentros en cuanto a la
integración de las distintas profesiones y en la conformación de
objetivos comunes. En este aspecto es donde también aparecen los primeros
trabajos interdisciplinarios.
A su vez, todo este proceso resonaba en los ámbitos académicos, la
presencia de los movimientos estudiantiles que se sumaban a los
compromisos políticos del momento, hizo que la universidad comenzara a
vincularse con las luchas populares . Otro fenómeno relevante fue la
creación de las llamadas cátedras nacionales, que hizo que por primera
vez se pusiera especial énfasis en el análisis de la realidad nacional,
si se quiere desde parámetros propios.
Nuevos sentidos y metodologías comenzaron a tomar fuerza dentro de las
ciencias sociales, la visión crítica de la realidad y un marcado
compromiso con ésta en cuanto a transformación también signan la época y
tienen una importantísima repercusión en la Argentina. Una de las
polémicas más importantes dentro de este campo se dio entre dos
corrientes de pensamiento relevantes; el Estructuralismo y el
Existencialismo sartreano.
El primero, representado por Claude Levi Strauss, se proponía como el
mejor camino para poder captar los fenómenos de "lo otro". Muchas de las
obras importantes de la época y que tuvieron gran influencia dentro del
Trabajo Social, contenían influencia estructuralista.
Por ejemplo los trabajos de Marcusse y Althuser, leían ya la realidad
desde una perspectiva cercana al estructuralismo y aportaban nuevos
elementos para su análisis. Se trataba de aproximarse a un "lugar de la
verdad", recientemente visualizado y la polémica giraba en parte en torno
a estos parámetros. Por otra parte, las ciencias sociales y el Trabajo
Social son atravesados por nuevas lecturas del Marxismo, que era
entendido como una teoría capaz de resolver desde lo macro las cuestiones
que se debatían dando el marco necesario para la transformación de la
sociedad.
El Trabajo Social Reconceptualizado y las prácticas que incorporaron un
compromiso similar, optaron por aproximarse de diferentes maneras a ese
lugar de "lo otro". Es decir con aquellos que la sociedad excluía, los
"marginados", "los inadaptados", los desposeídos. Es justamente en esos
espacios donde el Trabajo Social fue a realizar sus prácticas, ahora
compartiendo vivencias en común, aprehendiendo, como tal vez ninguna otra
práctica profesional, de la sabiduría de los "sin voz", los extraños, los
diferentes....
Es en esa época donde comienzan a dejarse de lado viejos criterios en la
profesión, que el desarrollismo había intentado revitalizar, así se va
construyendo una práctica que plantea un compromiso con los sectores
populares. Ese "otro" ser transforma ahora en activo, en un protagonista
clave del proceso de liberación. Al igual que en otros campos, se trataba
de trabajar en la génesis y el desarrollo de la relación dominadordominado,
conformando alternativas para romper esa dualidad. Las obras de
Paulo Freyre y su conocida "Pedagogía del Oprimido", van a ser estudiadas
dentro del campo del Trabajo Social, dando el sentido concientizador a la
práctica, atravesando a lo grupal o lo comunitario.
El movimiento de reconceptualización no hubiera existido sin las
condiciones sociales, económicas y políticas anteriormente mencionadas,
las posibilidades de éste se truncaron luego del golpe de estado de 1976.
De todas maneras quedó como una experiencia clave dentro de esta
disciplina.
Actualmente, la situación de dependencia de los Países del Tercer Mundo
no ha variado, es más, se ha incrementado desde las condiciones
económicas que fijó la dictadura militar y la actualización de éstas en
los gobiernos subsiguientes. A partir de la apertura política de la
década de los ochenta, el Trabajo Social volvió a recorrer esos antiguos
escenarios. La nueva realidad los había transformado, la crisis de los
ochenta se expresaba no sólo en cuanto a lo económico o lo político, sino
también en cuanto a sentidos, generó nuevos problemas y la necesidad de
nuevos encuadres y lecturas de lo social.
Queda dentro del campo de lo social la alternativa de seguir
construyendo, de plantear nuevos encuadres a partir de las nuevas
expresiones de la crisis.
Tal vez la ventaja actual, a partir de esta realidad, parta de que ésta
también abarca a las conceptualizaciones y paradigmas clásicos de las
ciencias sociales, existiendo la posibilidad de construir algo nuevo, que
atraviese lo viejo ahora con mayor claridad. Los nuevos problemas merecen
nuevos encuadres, nuevas explicaciones y especialmente nuevas
metodologías de intervención. La Reconceptualización tal vez dejó como
enseñanza que una práctica alternativa es posible.

* Datos sobre el autor: * Alfredo Juan Manuel Carballeda Licenciado en Servicio Social Trabajador Social. Docente Universitario Universidad Nacional de La Plata. Universidad Nacional de Entre Ríos. Universidad de Buenos Aires. Investigador.

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